Cuando se consume más azúcar del que nuestras células son capaces de transportar, la glucosa se une a las proteínas y las grasas dando como resultado desechos conocidos como productos de avanzada o glicación.

En otras palabras se produce una especie de caramelización del colágeno y otras proteínas de la piel, que resulta en la rigidez de estas proteínas.

Es aquí en donde se produce la perdida de elasticidad en la piel, se relentiza la renovación celular o deja de existir, esto según la cantidad de azúcar que ingerimos. Además existe una disminución en los fibroblastos (célula que forma el tejido conectivo).

Por ende la piel se enferma permitiendo que la barrera cutánea se altere y degrade, empeorando la condición acnéica, dermatitis, psoriasis, piel atópica y por supuesto genera envejecimiento.

Invertir y consumir cosmética natural es una muy buena forma de cuidar nuestra piel y mantenerla sana; sin embargo es necesario tomar consciencia de nuestro alimentación y poner atención al consumo de azúcares refinados, sino esta inversión no tendrá sentido.

Recuerda que nuestros hábitos marcarán nuestra salud y serán siempre el reflejo de como se encuentra nuestro cuerpo.


Trahua cosmética consciente